Queridos Reyes Magos:
Desde pequeña he creído que los sueños pueden hacerse realidad, y más en una noche como la de hoy, cuando se conjugan la magia y la ilusión.
Había pensado, este año, en mi carta pedirles que me trajeran tardes de buen toreo, de ese profundo, con pureza y verdad, ese toreo, que con tan sólo una pizquita, te colma durante una eternidad.
Pero no lo voy a hacer, para contemplar ese toreo tan anhelado ya tenemos a Curro Díaz. Por eso, queridas Majestades, sólo quería pedirles dos pequeñas cositas: la primera es que embistan los toros para que permitan que se pueda desplegar la magia de la tauromaquia; y la segunda, es que tengamos muchas oportunidades este año de poder contemplar esos toros en las manos de Curro Díaz.
Desde pequeña he creído que los sueños pueden hacerse realidad, y más en una noche como la de hoy, cuando se conjugan la magia y la ilusión.
Había pensado, este año, en mi carta pedirles que me trajeran tardes de buen toreo, de ese profundo, con pureza y verdad, ese toreo, que con tan sólo una pizquita, te colma durante una eternidad.
Pero no lo voy a hacer, para contemplar ese toreo tan anhelado ya tenemos a Curro Díaz. Por eso, queridas Majestades, sólo quería pedirles dos pequeñas cositas: la primera es que embistan los toros para que permitan que se pueda desplegar la magia de la tauromaquia; y la segunda, es que tengamos muchas oportunidades este año de poder contemplar esos toros en las manos de Curro Díaz.
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