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"Dejarse matar para crear la obra bella, eso es más complicado, pero, a su vez, esa quiero que sea mi meta"

Era el año 2004 cuando Pla Ventura, entrevistaba a Curro Díaz en Opinión y Toros. Me encantó la primera vez que la leí, pero al volverla a leer con el paso del tiempo, parece mejor todavía. Pinchando en el enlace se accede a la entrevista completa, aquí dejo sólo unas breves muestras:

-¿Cómo se siente, maestro?
- Gracias por lo de maestro pero, te puedo asegurar que, es el título que en breve quiero obtener.

-Me temo, torero que, su fuerza era su propio arte, ¿verdad?
-Humildemente y sin jactancias, reconozco que no me sentía uno más; yo sabía que dentro de mi ser había un torero importante, algo que, si Dios quiere, demostraré en todas las plazas del mundo, a poco que me embistan los toros.-

-Por lo que hemos visto, su carrera ha sido un camino de espinas y, su mayor valor, el no desfallecer jamás. ¿Dónde aprendió usted ese tratado de tauromaquia que es capaz de crear frente a sus enemigos?
-No creo en los aprendizajes; creo que, en cualquier profesión en la que el arte tenga una motivación, por tanto, un gran valor, ello, nace con el artista; luego, uno, en el devenir de su profesión, intenta corregir defectos, que los tenemos todos; pero, la base, la creatividad, es algo que se lleva en el alma, amigo. Si es cierto que, tuve la suerte de nacer y vivir en una tierra maravillosa en la que, lo que sobran son ganaderías, por tanto, he podido practicar mi ciencia, mi arte; bien en corridas, festivales, en el campo…. He estado en contacto con el toro siempre y, ese ha sido mi éxito.

-Es curioso que, habiendo toreando tan poco, su cuerpo está cosido a cornadas, ¿cómo se entiende este contra sentido?
-Muy fácil; como sabes, torear muy puro es acometer el mayor de los riesgos y, arriesgando mucho es cuando vienen las cornadas. Pero no me arrepiento; son esas medallas que engrandecen a la profesión; es más, las cornadas, aunque dolorosas, son necesarias, sencillamente, para darle la mayor credibilidad a la fiesta.

-¿Cómo puede uno sentirse afortunado sin apenas torear en los últimos cinco años?
-Empecé a valorar mi gran suerte, el pasado año, cuando pude torear en Madrid; desde aquel día comprendí que, una varita mágica me estaba tocando. Este año, nuevamente, vuelvo a Madrid, triunfo con fuerza, hago lo propio en Barcelona y en todas las plazas en donde he actuado. Soy, por tanto, un hombre afortunado.

-Me subyuga, Curro Díaz, su convencimiento para con sus quehaceres. ¿Se siente artista?
-Por supuesto; de lo contrario no estaría en esta profesión. Recuerdo, al respecto, en aquella ocasión -y sin querer compararme con nadie- en que Jesús Quintero entrevistaba al gran Rafael de Paula y, al preguntarle si se sentía artista, el maestro dijo: “Si, soy artista”. Y aquella respuesta, en aquel hombre admirable, me conmovió. Ciertamente, me queda mucho camino por recorrer pero, es la llama del arte la que me hace sentirme vivo.

-Intuyo que, por lo que dice usted, jamás entró al trapo del treinta y tres. ¿Es cierto?
-¡Y tan cierto¡ ¿De dónde? Es más, eso tampoco soluciona nada; todo, amigo mío, se arregla en Madrid y, mis hechos son las pruebas; luego, están todas las plazas para triunfar, tarea que hay que llevar a cabo; pero es Madrid, sólo la plaza de Las Ventas donde existe el punto de partida, el kilómetro cero del toreo.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
¡Vaya entrevista! Buena donde la haya...honda, profunda, sentida, sentenciosa y, sobre todo, honesta. Se torea como se es.
Anónimo ha dicho que…
Gran torero Curro, imprescindible la temporada que empieza en todas las ferias, y un tío de una pieza con las ideas muy claras. En efecto, se torea como se es, pedazo de torero el nuestro.

La condesa de Estraza