Con motivo de la pasada actuación de Curro Díaz en la feria de Ciudad Real, el día 16 de agosto, Raquel Montero le realizó una entrevista, para El Día de Ciudad Real. Aquí os dejo el enlace.
Estube viendo a Curro en Ciudad Real y La verdad es que los toros no dieron juego alguno, pero de ese dia me gustaria destacar la falta de respeto y la poca verguenza que mostro el publico a los toreros sobre todo al maestro Espla y a Curro Diaz, a los cuales en ningun momemto se les juzgo por su profesion que es la de torear sino por todo lo contrario metiendose con ellos personalmente. Y no me gustaria generalizar porque quiero entender que es tierra de buenos aficionados y ahi tenemos el ejemplo de la Srta.Raquel Montero que para mi es una pedazo de periodista,pero que ese dia la gran mayoria de la gente que fue a la plaza fue a beber vino y a meterse con los toreros. Un saludo de un Currista!!!!!!!
Anómino,me imagino que no eres de Ciudad Real y venías siguiendo a tu torero. Siento que te hayas llevado una mala imagen de mi tierra, pero es cierto que hay cada uno, que no te imaginas. Con gente como esa, es difícil que Ciudad Real vuelva a estar arriba. Porque llevamos unos años que vamos de mal en peor, sino es por una cosa es por otra, pero no levantamos cabeza. Y si encima los toreros se encuentran con un panorama como el que se vivió aquella tarde, pues no me extraña que no quieran volver. Los que perdemos de verdad somos los aficionados que realmente amamos la Fiesta. Creo que la falta de respeto a un torero no debería producirse nunca, ya que son personas que se juegan la vida cada tarde, y simplemente por ese hecho merecen el respeto de todos los que ocupan los tendidos. Uno se puede cabrear más o menos si no ven el espectáculo que desean. Pero lo deben hacer cuando un toro se va al desolladero con muletazos, porque el torero que este delante no sepa aprovecharlo. El sábado, día 16, creo que ningún toro se fue sin torear. Es más, yo agradezco a los toreros que abrevien las faenas cuando un toro no ofrece posibilidades, ya que no me gusta verlos por los aires. Porque es lo único que puede pasar con ese tipo de animales. Y eso de meterse con un torero personalmente me parece despreciable. Dicen que el buen aficionado es el que suele ocupar su localidad y callar, tanto si el torero está bien como si está mal. Y por último, muchas gracias por las palabras dirigidas a mí. Aunque desde mi punto de vista son un pelín excesivas, pero de todas formas gracias.
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Y no me gustaria generalizar porque quiero entender que es tierra de buenos aficionados y ahi tenemos el ejemplo de la Srta.Raquel Montero que para mi es una pedazo de periodista,pero que ese dia la gran mayoria de la gente que fue a la plaza fue a beber vino y a meterse con los toreros.
Un saludo de un Currista!!!!!!!
Siento que te hayas llevado una mala imagen de mi tierra, pero es cierto que hay cada uno, que no te imaginas. Con gente como esa, es difícil que Ciudad Real vuelva a estar arriba. Porque llevamos unos años que vamos de mal en peor, sino es por una cosa es por otra, pero no levantamos cabeza. Y si encima los toreros se encuentran con un panorama como el que se vivió aquella tarde, pues no me extraña que no quieran volver. Los que perdemos de verdad somos los aficionados que realmente amamos la Fiesta.
Creo que la falta de respeto a un torero no debería producirse nunca, ya que son personas que se juegan la vida cada tarde, y simplemente por ese hecho merecen el respeto de todos los que ocupan los tendidos. Uno se puede cabrear más o menos si no ven el espectáculo que desean. Pero lo deben hacer cuando un toro se va al desolladero con muletazos, porque el torero que este delante no sepa aprovecharlo. El sábado, día 16, creo que ningún toro se fue sin torear. Es más, yo agradezco a los toreros que abrevien las faenas cuando un toro no ofrece posibilidades, ya que no me gusta verlos por los aires. Porque es lo único que puede pasar con ese tipo de animales.
Y eso de meterse con un torero personalmente me parece despreciable. Dicen que el buen aficionado es el que suele ocupar su localidad y callar, tanto si el torero está bien como si está mal.
Y por último, muchas gracias por las palabras dirigidas a mí. Aunque desde mi punto de vista son un pelín excesivas, pero de todas formas gracias.