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La esencia de Curro Díaz se derramó en La Alameda

(Aviso: post muy muy muy largo, para quien se atreva a leerlo, espero no aburrir mucho)

Es duro volver a encender el ordenador, tras regresar de Jaén y saber, que esta va a ser la última crónica de la temporada. A todos nos hubiera gustado, a unos leer y a mi escribir, las sesenta tardes con las que todos soñábamos al principio de temporada, al final han sido la mitad, pero bien aprovechadas.

Hoy nos hubiera gustado verlo salir por la Puerta Grande, y mantener la imagen de ese triunfo en nuestra retina durante el invierno. Lástima que no haya podido ser así, aunque mantendremos el buen concepto del toreo que se ha visto esta tarde en el coso de La Alameda, por parte de Curro Díaz.

Me cuesta enfrentarme a este folio en blanco, puesto que para ser la última, y aunque no haya habido ese triunfo deseado por todos, me gustaría que fuese especial. Dotar esta crónica con esa sensibilidad que merece. Antes de lamentarnos por el final de la tarde y de la temporada, comencemos por el principio…

Quizás haya sido casualidad, aunque yo soy de la opinión de que las casualidades no existen, pero Curro Díaz, esta tarde compareció en el coso de La Alameda, con el vestido espuma de mar y oro, que desde que comenzó la encuesta de este blog, es el que la mayoría habéis elegido. Toda una alegría, para los que allí estábamos y que hemos votado por ese terno (a título personal, os diré que no os podéis imaginar la de apuestas que hemos hecho minutos antes de que apareciese la furgoneta en los alrededores de la plaza).

Lentas verónicas abriendo el compás y meciendo la embestida del burel, fue el comienzo de esta última tarde. Se dobló de forma muy torera, para iniciar la faena muleteril, sacándose el astado a los medios. Ya en el centro del ruedo, basó el trasteo en la mano diestra, ya que por el pitón izquierdo el toro se quedaba muy cortó y los naturales resultaban poco lucidos. Por el derecho dio un recital de toreo, de toreo del bueno, series compactadas, con profundidad y hondura, en las que se sintió la esencia de Curro Díaz. Ese pellizco al que nos tiene acostumbrados cada vez que su enemigo quiere contribuir a la creación de una bella obra de arte. Los remates de las series fueron auténticos carteles de toros, sé que esto no es una novedad, pero por muchas veces que lo contemplemos, su transmisión es indescriptible e inigualable. Cerró esta labor, con una serie de bellas trincherillas, por abajo, poniendo el público en pie. Esta obra, no podía quedarse sin rúbrica, y así fue, una estocada en todo lo alto, y aunque el toro tarde en caer, la colocación, fue perfecta.

A su primero le cortó una oreja y al menos otra, podría haber conseguido de su segundo, si no hubiese sido por el fallo con la espada, lo que no emborronó, su disposición durante toda la tarde, como si de un novillero se tratara, en pleno mes de marzo.

Gran faena, la realizada a este cuarto toro, que fue recibido con vibrantes verónicas y una media de antología. Era necesario cuidar a ese ejemplar que se topó contra el burladero a la salida, lo que mermó sus facultades. Curro Díaz, no quería que se le escapara la Puerta Grande del coso de La Alameda que ya atravesó la pasada temporada, y puso todo de su parte para lograrlo, y aunque su oponente tenía escasas posibilidades no dudo en tirar de valor, para estar delante de la cara del toro. En el comienzo de la faena, un detalle, Curro Díaz, llevaba desabrochado el chaleco, y generalmente esto es preludio de que va a suceder ese gran milagro que en ocasiones brota cuando se conjuga este Torero, sus muñecas y una muleta, en el albero de cualquier coso. Comenzó en los medios, consiguiendo hilvanar dos series con la derecha de profundidad y metiendo al toro en el canasto. Un animal que no ha sido nada fácil, y al que era necesario someter. A base de esfuerzo, y aguando muchos las paradas y miradas a mitad del viaje, consiguió el objetivo, aunque con poco calado en el público, que unido al falló con la espada, le cerró la Puerta Grande.

Soy consciente de que este post ha sido muy largo, demasiado, pero quería intentar transmitir a los que no habéis podido asistir, la mitad de las cosas que han sucedido, digo la mitad, porque hay cosas inconmesurables e indescriptibles, y por mucho que se intente expresar, no es posible conseguirlo.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
ENHORABUENA A CURRO POR SU TEMPORADA, Y ENHORABUENA A TI POR LA TUYA MARISA, GRACIAS A CURRO POR HACERNOS SENTIR ESAS SENSACIONES QUE POCOS SON CAPACES DE HACER DELANTE DE UN ANIMAL, GRACIAS A TI MARISA POR DESCRIBIRNOS ESAS SENSACIONES DE ESA MANERA TAN PECULIAR QUE TIENES Y TAN BONITA, GRACIAS CURRO POR ENCHUFARNOS DE ESTA MANERA EN EL MUNDO DEL TORO, Y A TI MARISA POR SER LA CONTINUACION DE LA MAGIA DE CURRO AL SALIR DE LA PLAZA.LA PROXIMA TEMPORADA OS ESPERAMOS A LOS DOS, PARA SEGUIR HACIENDO FELICES A ESTAS HUMILDES PERSONAS QUE OS SEGUIMOS CADA DIA. MANUEL CASADO.
Raquel-Montero ha dicho que…
La inspiración te ha acompañado en esta última crónica, pero no debe abandonarte nunca, que todavía quedan muchas tardes mágicas, donde ese tarro de las esencias se derramará por el albero.
Anónimo ha dicho que…
Ole Ole y Ole Marisa!!!!