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Una ovación en Castellar

La suerte no ha estado esta tarde de lado de Curro Díaz en Castellar. El primer toro, de la ganadería de Gregorio Garzón, feo de hechuras, incierto y que siempre echaba la cara arriba, no ofreció ninguna posibilidad de lucimiento. Curro Díaz lo intentó, y no escatimó en su esfuerzo para intentar extraer algo frente a este oponente.

Sí pudo haber cortado una oreja Curro Díaz frente al cuarto toro de la tarde, pero el presidente no atendió a la petición, y su labor se vio ovacionada. Antes de esto, Curro Díaz había conseguido dejar algún lance de calidad toreando a la verónica, y con la muleta supo administrar muy bien a este ejemplar, que se vino a menos. Faena con mucho empaque la que consiguió estructurar Curro Díaz, primero toreando con la mano derecha con mucho temple y despaciosidad, y en las postrimerías de la faena colocado entre los pitones del burel.

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