Muy lejos queda ya, aquel 17 de octubre, cuando Curro Díaz toreaba su última corrida de la pasada temporada. También lejos queda el 9 de noviembre, cuando lo vimos actuar en clase práctica…
Largo ha sido el invierno que, por fin, ha pasado. La primavera no llega el 21 de marzo, sino cuando comienza la temporada taurina, y aunque hubo albores, allá por el mes de febrero en Valdemorillo, se puede decir que es mañana cuando realmente sucederá el paso del frío invierno a la majestuosa primavera.
Con la misma ilusión que el año pasado me dirigía hacía Sevilla, mañana lo haré otra vez, con la esperanza puesta en los toros de José Luis Pereda. No quiero extenderme, hablando de sueños y esperanzas, que mañana se harán realidad, pero creo que todos anhelamos volver a ver como Curro Díaz, plasma el toreo en el albero maestrante.
Curro Díaz, siempre que en entrevistas le han preguntado por Sevilla, ha dicho que aunque se han visto algunas cosas de su toreo, nunca ha llegado a poder crearlo en plenitud. Mañana será el día.
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