Curro Díaz ha vuelto a llenar un coso de toreo caro. Esta vez ha sido en la plaza de Zaragoza, donde ha dado una vuelta al ruedo tras la muerte de su primer oponente y ha sido silenciado en el segundo. En el primero hemos visto una gran faena, de toreo puro, con clase, de verdad, ese toreo que siempre vemos en los sueños, y sólo cuando nos encontramos con un torero como Curro se hacen realidad. En el segundo hemos visto alguno de esos muletazados que sólo él sabe dar con su gusto y su sello personal, pero el toro, que se vino a menos, no permitió que la faena tomase una gran altura.
Sobre si debía concederse la oreja en el primero tras la petición, me voy a mojar y diré que sí, tanto mis compañeros de "tendido" de esta tarde como yo estabamos seguros de que así sería, pero nos hemos quedado con las ganas.
Sobre si debía concederse la oreja en el primero tras la petición, me voy a mojar y diré que sí, tanto mis compañeros de "tendido" de esta tarde como yo estabamos seguros de que así sería, pero nos hemos quedado con las ganas.
Comentarios
Pla Ventura