Desde que comencé con el blog ha existido una opción, que no he querido usar, por el hecho de que eso implicaba, cortar la libertad de cada uno de los que visitáis el blog a la hora de comentar. Debido a los últimos comentarios que me encuentro cada día, no me ha quedado más remedio que activar la moderación de comentarios.
A partir de ahora, cuando comentéis algo no aparecerá de forma automática, como venía sucediendo hasta ahora, sino que hasta que yo no autorice que ese comentario sea publicado se guardará en la memoria.
Sé que con esta medida van a pagar "justos por pecadores", pero creo que es lo mejor para todos, y espero que aquellos que cada vez que entráis en este blog y comentáis, sin mala intención, desde el respeto y aportando vuestra opinión, entendáis que es lo mejor para todos.
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Román Fernández