Tarde para el recuerdo la que ha protagonizado hoy Curro Díaz en Las Ventas. Pese a que no ha habido orejas que contabilizar, el toreo que ha derramado Curro Díaz sobre el albero, ha sido de una calidad inigualable. El inicio con el capote fue prometedor, dejando algunas verónicas con mucho gusto y clase. Pese a que en banderillas hizo algunas cosas que hacían indicar que en la muleta no veríamos nada. La cosa cambió cuando Curro Díaz cogió la muleta y comenzó a torearlo por abajo, sacándoselo a los medios. Vinieron tres tandas con la derecha, de muletazos de mano baja y muy ligados. Muletazos en los que Curro Díaz imprimió su personalidad, con mucho empaque y hondura, al igual que en los remates finales de cada una de una las tandas, en las que los pases de pecho y los trincherazos fueron auténticos carteles de toros, como siempre. Después de esa tercera tanda, las cosas fueron a menos, el toro se fue parando, le costaba más ir, sólo algunos muletazos buenos, aislados en las tandas