Pues así es, yo no tengo la prudencia de Curro Díaz, que se ha reservado de hacer declaraciones tras la muerte del cuarto toro hoy en Madrid. Cuando voy a una plaza o me siento delante de la televisión para ver una corrida de toros, mi única esperanza es poder emocionarme, como lo he hecho tantas veces, poder vibrar, saltar de mi asiento, y sentir "eso". Quizás yo no sea una aficionada ejemplar, o también es probable que, no tenga ni idea de qué es torear, quizás ambas opciones, pero sí sé lo que es emocionarme. Y para algunos, hoy no habrá sido la mejor tarde de Curro Díaz, es posible, pero la dureza con la que ha sido juzgado no soy capaz de entenderla. El toro de Montalvo no tenía ni un pase con la mano derecha, ya lo avisó en los primeros tercios, y Curro Díaz vio las oportunidades que éste tenía para torearlo al natural. Comenzó por abajo, sometiendo al animal, y se puso a Torear. Faena larga, y cargada de emoción y vibración, Curro Díaz tiró de raza, para citar...