Hoy debería comenzar hablando sobre la faena que ha realizado Curro Díaz , al segundo toro de su lote, por la que ha recibido las dos orejas y el rabo en Beas de Segura. Pero no puedo hacerlo, porque antes de eso Curro Díaz , bordó el toreo al natural. Me cuentan que en Villacarrillo , también lo hizo, pero yo no lo vi. Por eso, para mí, esa faena al primer toro, tiene más valor, si cabe. Hacía mucho tiempo, que no veía a Curro Díaz , disfrutar tanto toreando con la mano izquierda, ya que sus oponentes no se lo habían permitido, pero hoy, cuando un animal ha roto por ese pitón, Curro Díaz ha vuelto a sacar el toreo profundo que le aflora de dentro. Toreo relajado, unas tandas con el compás abierto, otras cerrado, llevándolo largo, con profundidad, clase, hondura y además, como siempre, con estética. Y no sólo eso, sino que los pases de pecho, de pitón a rabo, y las trincheras, rematando abajo y mostrando toda la belleza y la estética del toreo, han sido sublimes. El toro se acobardó