Bueno, ayer no se puede decir que fuera una gran tarde de toros en cuanto a la cantidad, pero yo disfruté. En el primer toro de la tarde pude verle buenos detalles a Curro Díaz, pero cuando de verdad me emocioné fue en el cuarto.
En el cuarto toro, que por el pitón derecho se fue a por el cuerpo del torero en los primeros tanteos de muleta, por el izquierdo nos permitió disfrutar de unos naturales de ensueño, entregado, dejándose llevar. Me gustaría poder describirlos pero es imposible. No soy capaz de hacerlo. Cuando Curro Díaz estaba toreando de esta forma, la plaza se entregó, la plaza rugía, indescriptible.
Antes de culiminar la faena pegó también dos derechazos y unas trincherillas para finalizar que hicieron la delicia de los que estabamos allí.
En el cuarto toro, que por el pitón derecho se fue a por el cuerpo del torero en los primeros tanteos de muleta, por el izquierdo nos permitió disfrutar de unos naturales de ensueño, entregado, dejándose llevar. Me gustaría poder describirlos pero es imposible. No soy capaz de hacerlo. Cuando Curro Díaz estaba toreando de esta forma, la plaza se entregó, la plaza rugía, indescriptible.
Antes de culiminar la faena pegó también dos derechazos y unas trincherillas para finalizar que hicieron la delicia de los que estabamos allí.
Comentarios
(eso si, Curro no debió dar la vuelta al ruedo)
saludos
La condesa de Estraza
Muchas veces, se nos olvida que entre la ovación y la oreja, al torero se le puede premiar con la vuelta al ruedo. Yo creo que fue merecida. Pero para gustos los colores jeje.
Teneis razón no es el verbo más opropiado, pido disculpas.
La condesa de Estraza