Otra vez vuelvo a las letras de Miguel Vega, en la página de la Peña Taurina Tercio de Varas de Linares, en esta ocasión rememorando el pasado 16 de marzo, Domingo de Ramos, cuando Curro Díaz toreó en Jaén.
El sol litúrgico escindiendo la arena.
Viejos toreros sacralizando los tendidos
con su muda presencia.
El aroma de las viejas amistades
sumándose al del respetable palmero encendido.
"Celeste y oro", nos avanza con optimismo
el padre del torero en la charla.
Pero el tedio termina desengañándonos
hasta que salta el quinto toro de Barral
y el artista presiente su embestida.
"¡Ahí queda eso, Curro!",
el grito enfervorizado a la conclusión
de una tanda desmayada de redondos
y el obligado, pletórico, de pecho.
Y allí estaba de nuevo el arte,
ese raro milagro,
tan nítido y rotundo como los perfiles rocosos de Jabalcuz
en las celestes -y un sol de oro- alturas.
Miguel Vega, 2008.
Comentarios
Mi enhorabuena al torero y al poeta.
Pepillo.
Y respecto a los videos son preciosos , y digo yo que mas de uno que esta en lo alto del escalafon ya quisiera torear como lo hace nuestro Curro porque eso es torear con gusto y lo demas es tonteria.
Un saludo y mucha suerte.
bonita la rima con aires de saeta.
Bonito poema a quien va dirigido,
bonita la facha de torero erguido.
Me declaro alumno de la bella escuela.
Un saludo a Miguel Vega.