Curro Díaz realizaba ayer el primer paseíllo de la temporada en la provincia de Jaén. Era en la localidad de Andújar, donde se celebró un festival a beneficio de la parroquia de San Eufrasio. Le tocaron en suerte dos novillos de la ganadería de Juan Pedro Domecq muy diferentes entre sí, frente a los cuales Curro Díaz mostró su gran capacidad lidiadora.
El primero fue un ejemplar noble y de calidad, que le permitió a Curro Díaz, desplegar un toreo basado en la estética y la plasticidad. Se sucedieron las tandas por ambos pitones, ligando muletazos de mucha calidad y belleza. Los pases de pecho que cerraron las tandas y las trincherillerillas que remataron la faena fueron, como siempre, auténticos carteles de toros. Curro Díaz buscó la perfección a la hora de realizar la suerte suprema, por lo que se vio obligado a entrar a matar en varias ocasiones, perdiendo al menos un trofeo, y quedando su premio reducido a una oreja.
El primero fue un ejemplar noble y de calidad, que le permitió a Curro Díaz, desplegar un toreo basado en la estética y la plasticidad. Se sucedieron las tandas por ambos pitones, ligando muletazos de mucha calidad y belleza. Los pases de pecho que cerraron las tandas y las trincherillerillas que remataron la faena fueron, como siempre, auténticos carteles de toros. Curro Díaz buscó la perfección a la hora de realizar la suerte suprema, por lo que se vio obligado a entrar a matar en varias ocasiones, perdiendo al menos un trofeo, y quedando su premio reducido a una oreja.
El séptimo novillo, fue un ejemplar más parado y con menor transmisión, que exigió más técnicamente a Curro Díaz, que muy templado consiguió sacarle algunas tandas muy meritorias. El toro se paró muy pronto, y Curro Díaz, fue recortando las distancias hasta quedar colocado entre los pitones de su oponente, donde le extrajo los escasos muletazos que aún le quedaban de uno en uno. Salpicó toda la faena de detalles llenos de clase, belleza y torería, y una vez, en las trincherillas finales se superó. Esta vez, sí dejó una estocada, y recibió las dos orejas como premio.
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