Curro Díaz volvía a realizar el paseíllo en la plaza de toros de Linares, ocupando la vacante dejada por Alejandro Talavante.
En el primer toro, Curro Díaz consiguió cortar una oreja, tras conseguir dejar muletazos de mano muy baja, con la figura muy vertical, creando esa estética ten personal que lo caracteriza. También fueron buenos los muletazos con la mano izquierda, que tuvieron mucha belleza y transmisión. Mató de una estocada y cortó una oreja.
El cuarto toro fue un ejemplar más soso y parado que el primero. La poca transmisión del astado, marcó toda la faena desde el inicio, y pese a que Curro Díaz logró dejar muletazos de calidad y con mucha personalidad, no llegaron a calar en el tendido. Escuchó una ovación tras el arrastre del animal.
En el primer toro, Curro Díaz consiguió cortar una oreja, tras conseguir dejar muletazos de mano muy baja, con la figura muy vertical, creando esa estética ten personal que lo caracteriza. También fueron buenos los muletazos con la mano izquierda, que tuvieron mucha belleza y transmisión. Mató de una estocada y cortó una oreja.
El cuarto toro fue un ejemplar más soso y parado que el primero. La poca transmisión del astado, marcó toda la faena desde el inicio, y pese a que Curro Díaz logró dejar muletazos de calidad y con mucha personalidad, no llegaron a calar en el tendido. Escuchó una ovación tras el arrastre del animal.
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