A hombros en Linares

Hoy hemos vuelto a sonreír. Ha sido en el segundo toro de la tarde, el primero de Curro Díaz. Y, ¿por qué? Muy sencillo, antes de rajarse este toro e irse a las tablas, hemos podido contemplar los mejores muletazos de la temporada de Curro Díaz. Y aviso, que no exagero.

Curro Díaz se sacó el toro a los medios, con la torería que acostumbra, y allí, con la muleta montada en la mano diestra, comenzó a torear en redondo. Fueron tres tandas, sólo tres antes de que el toro se rajara, pero más que suficientes. La plaza rugía ante los muletazos cargados de empaque, rotundidad, largura, plasticidad y me faltan adjetivos para describirlos.Una vez más los remates fueron colosales, marca de la casa, al igual que la soberbia estocada

El quinto fue un toro con peligro, que sabía en todo momento donde estaba el torero, y que lo buscaba a la salida de los muletazos. Curro Díaz lo intentó por todos los medios, pero no había nada que sacar ante este ejemplar. Otra vez más la espada voló certera, para volver a dejar otra grandiosa estocada, que ella misma valía la oreja que cortaba de este ejemplar.