No pudo ser hoy, la tarde soñada por todos en Las Ventas. Se ha lidiado una corrida de toros de Montealto, que debía haber sido un material más propicio para una tarde tan esperada como la de hoy.
De salida cantó el primer ejemplar sus pocas opciones, y con la franela Curro Díaz tan sólo pudo dejar algunos muletazos, pero ante un ejemplar descastado y sin fijeza. Mató de una estocada muy efectiva y escuchó palmas.
Un toro alto fue el tercero de la tarde, que no descolgó ni humilló. Curro Díaz intentó someterlo una y otra vez, pero entre trallazo y trallazo el toro demostró su escasa condición. Curro Díaz tuvo que abreviar y su labor fue silenciada.
En el quinto fue un ejemplar que transmitió más emoción a los tendidos y permitió a Curro Díaz crear una faena cimentada en las buenas formas que atesora. Asentó las zapatillas, y surgieron extraordinarios muletazos, de gran estética y belleza, con ambas manos, logrando series compactas y de mucho calado. Al menos una oreja tenía en la mano, pero las cosas no siempre salen como deben, y la espada cayó abajo, reduciéndolo todo a una ovación.
De salida cantó el primer ejemplar sus pocas opciones, y con la franela Curro Díaz tan sólo pudo dejar algunos muletazos, pero ante un ejemplar descastado y sin fijeza. Mató de una estocada muy efectiva y escuchó palmas.
Un toro alto fue el tercero de la tarde, que no descolgó ni humilló. Curro Díaz intentó someterlo una y otra vez, pero entre trallazo y trallazo el toro demostró su escasa condición. Curro Díaz tuvo que abreviar y su labor fue silenciada.
En el quinto fue un ejemplar que transmitió más emoción a los tendidos y permitió a Curro Díaz crear una faena cimentada en las buenas formas que atesora. Asentó las zapatillas, y surgieron extraordinarios muletazos, de gran estética y belleza, con ambas manos, logrando series compactas y de mucho calado. Al menos una oreja tenía en la mano, pero las cosas no siempre salen como deben, y la espada cayó abajo, reduciéndolo todo a una ovación.
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