Ya ha terminado la labor de Curro Díaz frente al quinto toro de la tarde en Ubrique y así la temporada. No ha podido ser de mejor forma, no sólo por el triunfo numérico, al cortar dos orejas, sino también por la dimensión que ha ofrecido el torero, dando toda una lección magistral de buen hacer, que quedará en nuestra retina y nos hará más llevadero este largo invierno que se avecina.
Guardaremos el recuerdo de las buenas verónicas vistas en éste último toro de la temporada, donde otra vez, la calidad y la belleza hicieron su presencia en la plaza, brotando del capote de Curro Díaz. Para este invierno, también tendremos en nuestra memoria el buen toreo, muy ligado con la mano derecha, en tandas muy templadas y con la cintura quebrada. Los muletazos con la mano izquierda que conformaron otra preciosa tanda y que nos recordaron los buenos naturales que hemos podido ver a lo largo de esta temporada. Una labor que ha sido un resumen de la campaña, en la que se han sucedido diferentes pasajes, con mucha variedad mostrando una gran capacidad de adaptación a los diferentes ritmos del toro, por parte de Curro Díaz. Así, también le vimos asentar las zapatillas en las cercanías de los pitones, cuando el toro fue perdiendo movilidad y extraer de ahí las embestidas del animal. Otra gran tanda con la mano derecha muy despacio quedará grabada para degustarla en estos meses. Tres molinetes más, siguieron, junto con un cambio de mano y un pase de pecho que han sido auténticos carteles de toros, compendio de la belleza y la estética que atesora Curro Díaz. Y otra vez más, después de los adornos finales, una gran estocada, para poner broche de oro a esta temporada que hoy termina.
Comentarios
Mi más sincera enhorabuena.